UNIDAD #2: LIDERAZGO EMOCIONAL Y AFECTIVO

METODOLOGÍA DEL CURSO

El curso completo cuenta con cuatro módulos; los cuales están conformados por tres unidades; mientras que estas se desarrollan en tres lecciones.

En cada lección encontrarás contenido escrito, un video y un cuestionario que deberá ser completado para poder avanzar.

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UNIDAD #2

LIDERAZGO EMOCIONAL Y AFECTIVO

El liderazgo no tiene que ver con el control de los demás sino con el arte de persuadirles para colaborar en la construcción de un objetivo común.
Daniel Goleman.

LIDERAZGO EMOCIONAL

Según Daniel Goleman la denominada inteligencia emocional es  “la capacidad de reconocer nuestros propios sentimientos y los de los demás, de motivarnos y de manejar adecuadamente las relaciones”. La inteligencia emocional es la demostración de las buenas habilidades de liderazgo de líderes que están en control de sí mismos, automotivados, empáticos y cuentan con grandes habilidades sociales. Los mejores líderes son aquellos que poseen un alto grado de inteligencia emocional. Dado que la inteligencia emocional es una parte de las habilidades del liderazgo, estos líderes inspiran y conducen a aquellos que están a su alrededor.

La autorregulación o el autocontrol cumple su papel. Los líderes con un elevado nivel de inteligencia emocional, tienen la habilidad de controlar sus emociones y de pensar antes de actuar. No se ponen nerviosos fácilmente y se sienten cómodos en el cambio y la ambigüedad. Esto es a menudo, un conjunto difícil de competencias para dominar, especialmente elevados niveles de estrés.

En la actualidad, en el mundo del trabajo en general y específicamente en el campo de la educación es fundamental e ineludible, la formación de los docentes en todo lo relacionado con la teoría y practicas vinculadas con la inteligencia emocional. En éste sentido, está ampliamente demostrada la centralidad de los sentimientos en el desarrollo integral de los estudiantes como personas y en el proceso de su enseñanza-aprendizaje cotidiano. No se trata de la hegemonía del cerebro racional sobre el emocional sino, de comprender el funcionamiento de la plasticidad neuronal de tal manera a poder educar en una nueva pedagogía empática del corazón, “por lo que se ha tornado fundamental promover el desarrollo de competencias sociales y emocionales a nivel educativo” (Elías et al., 1997, en Souto Romero, 2012).